domingo, 30 de octubre de 2011

La historia la escriben los vencedores

Para quien no esté muy en la actualidad, o para quien la actualidad dure lo que dura una jornada de liga, no podéis dejar de reservaros quince minutos (cuando queráis, esta misma noche o el miércoles próximo después de comer, da igual. Cuando os venga mejor) para leer el increíble artículo de hoy en El País, "Yo capturé a Gadafi".
Aquella tímida "revolución" de febrero, que se convirtió en guerra en cuestión de minutos gracias a la cabezonería del "rey de reyes" terminó la pasada semana, como sabéis, con un tiro en la sien, muchas fotos, disparos al aire y fiesta general...
¿O no?
Cuando se cargaron al líder invencible aquí se acabó oficialmente el jaleo. Desde ese día nadie ha vuelto a hablar de Libia ni de nada de lo que pasó allí durante todo este año. Pero la realidad es otra. Sigue existiendo un país que ha sufrido una guerra civil, donde se han hecho burradas y cometido crímenes antes, durante y después. Quedan ciudades destruidas, gente aún enfrentada, desplazada a su pesar y, lo peor de todo, queda un país en manos de unos "liberadores" tanto o más chorizos, animales y criminales que los "liberadores" a los que han asesinado y, por tanto, derrocado.
Realmente, alguno (que os conozco) dirá: "Es que es gente subdesarrollada" y algún gilipollas pensará (y no se atreverá a decir): "¡Estos moros, son más bestias!", pero una guerra civil es igual en todas partes, y la gente es gente aquí, allí y en todas partes.
¿Qué diferencia hay entre los rebeldes libios y el estado israelita? Estoy oyendo ahora mismo que el ejército israelita se acaba de cargar unos cuantos palestinos porque eran muy malos y querían montar bombas. Bombas que parece ser que no han podido montar porque los han apiolado antes (a ellos y a varios otros, por si acaso).
Y ¿Qué más nos da la guerra civil en Libia que la guerra en los Balcanes, en España, El Salvador, etcétera? El resultado (que es a lo que iba) es enfrentamiento, destrucción y miseria mientras los demás, los que tienen otras cosas en las que pensar que no son, precisamente, sobrevivir, se dedican a lo suyo.
Leed lo que pasa HOY en Libia, en Palestina, en Camboya... Yo no puedo evitar pensar que todas y cada una de las querras son iguales: dos bandos con sus propios intereses (que son los mismos, pero en los dos casos son propios y, por tanto, enfrentados), tan sanguinarios unos como otros y, al final, las cosas son como dice el que gana porque paga el que, de verdad, tiene interés.
Y a los demás nos vale eso.
Queda una ruina de un país que saldrá adelante más despacio de lo que debería y nosotros, tan tranquilos. A ver qué rellena los telediarios en su lugar.
Y, como siempre, los que han muerto han muerto y los vivos ya dirán qué es lo que pasó.
Sólo pienso en los niños y lo que les van a contar... Y encima, no puedo decir en plan fatalista: "¡Dios me libre!"

domingo, 23 de octubre de 2011

¿A quien va usted a creer?

Resulta que esta semana ha sido movidita. Se han cargado al tirano de turno (Por cierto, me sigue pareciendo increíble cómo donde no hay petróleo no pasa nada como en Marruecos y donde le pueden tocar la moral a Israel sólo se entrulla al presidente para acallar conciencias como en Egipto. Sin embargo, donde está la pasta se envían aviones y barcos y se ayuda a despellejar al que haga falta para mostrar luego el fiambre y que los catetos se hagan fotos con el móvil, pero ese es otro asunto).
Decía que se han cargado al tirano del momento, los de ETA dicen que van a ser buenos y el mundo parece mejor y eso, aparte las tragedias más reales y menos manipuladas todavía como la irreparable pérdida de un deportista hoy mismo (cualquier pérdida es irreparable).
Pero si queréis noticias en plan Informe Semanal (y por triplicado) no dejéis de leer otro estupendo blog que se llama Periodistas en extinción, que hoy no estoy yo para estas cosas.


A lo que vamos: resulta que el otro día, gracias a un Powerpoint muuuuuuy facha que recibimos por e-mail en esta santa casa, descubrí que en el cerro de los ángeles (va en minúsculas, sí. No son faltas de ortografía: es un cerro y los ángeles no son los de California), monumento equívoco y misterioso, decía, que define y preside la ciudad donde vivo había un lema tallado en piedra que decía:
"VENÍD A MÍ TODOS LOS QUE TRABAJÁIS Y VIVÍS AGOBIADOS, QUE YO OS ALIVIARÉ"


De modo que me dije: "Ostias, ¡ahí es donde tengo que ir yo, pero ya!". Y, manos a la obra allí que me planté ayer.
El problema es que no tuve mejor idea que subir en bici, de modo que cuando conseguí llegar arriba (no se puede decir que sea Contador ni Indurain) no solo no se me quitó el agobio, sino que, en su lugar, lo que había perdido era el resuello, me cago en la leche.
Y es que no puede ser. Se empeña uno en querer que las cosas sean como le dicen que tienen que ser a base de fe (en algún dios, en el sistema capitalista, en la vidente de tele-tócamelasballsmybrother) y, al final, los que manejan el cotarro son los que se lo levantan y tú te quedas como estás y, encima, sin respiración y con cara de tonto.
Yo, que conste, sólamente quería quitarme el agobio, pobre de mí. A cambio, me queda la demostración (una vez más) de que no se puede fiar uno de nada de lo que cualquier gilipollas haya escrito antes. Sobre todo si no le conoces. Y esto sirve para un monumento político-religioso igual que para la forma de cada quién de dar una noticia (No dejéis de leer esto aunque sea antiguo) y, por descontado, para esto que lees.
Todos están empeñados en salvarte y todos tienen su verdad. Lo que no te dicen, de entrada, es qué coño quieren de tí a cambio, pero suele ser algo importante, como poco tu alma (y los curas, por su lado, a veces también otras cosas).
Y nunca te dejarán en paz ni unos ni otros mientras obtengan beneficio.
De modo seguiré alerta, no vaya a ser que venga cualquier capullo salvapatrias y me salve de mi propia ignorancia o peor, me mande directo al cielo de los justos por mi propio bien.


Ya lo dijo el profeta del único dios verdadero, el sentido del humor: "¿A quien va usted a creer?, ¿a mi, o a sus propios ojos?"
Buenas noches.

sábado, 15 de octubre de 2011

El hombre que robó la luna.

Bueno, una vez solucionados los problemillas para comentar y añadidas algunas cosillas, es el momento de dedicar un rato al día de hoy, 15 de octubre de 2011.
Para empezar, y para quien no lo la haya visto, os recomiendo encarecidamente que disfrutéis de "Gru, mi villano favorito" (Despicable Me, en V.O.). Pasa por ser una peli más de animación para toda la familia, pero hoy, viéndola con mis hijos, no he podido evitar relacionar a ese villano tierno y blandengue que quiere robar la luna y lo deja todo por el cariño de unas niñas con lo que está pasando en este momento.
Porque los villanos de hoy en día no se llaman Gru, ni Vector. Ni siquiera Dr. Doom, que suena como más apocalíptico. Se llaman "Standard & Poor’s", "Moody’s" y "Fitch" y se la sudan mucho las niñas pequeñas, la gente en general y el futuro de países enteros.
Quieren robar la luna -la de todos- no sé muy bien por qué, pero me lo imagino: por la avaricia de aquellos que ,escudados tras sus nombres rimbombantes quieren más mansiones, más pasta y más vida "relajada" de la que nunca imaginaron cuando se matricularon el la universidad del trinque.
Lo de hoy ha sido increíble y demuestra que el sistema se equivoca. Demuestra que los políticos (aparte de ser cobardes y estúpidos, todos) también se equivocan. Y demuestra que la gente está (estamos) hasta el gorro de que nos mangoneen unos y otros y pretendan meternos por el culo esta situación como si fuera inevitable.
Evitémoslo. Hoy ha sido la demostración de que se puede. Y que no nos robe la luna ningún hijo de puta.
Es nuestra.

jueves, 13 de octubre de 2011

¿Hay alguien ahí?

Lo prometido es deuda y yo, que tengo muchas, sé de lo que hablo.
Para quien no sepa de qué va esto, me explico un poquito: Cuando la pasada primavera, en plena ebullición de "revoluciones" árabes, movimientos del 15-M y democracias reales, dejándome llevar del entusiasmo, comencé a seguir los acontecimientos, a tratar de participar de alguna manera y -sobre todo- a hacerlo llegar a todo el mundo a través de mi ventanita, el primer problema surgió pronto: mi verborrea es demasiado abundante para un medio tan conciso como Twitter y muchas veces también para Facebook.
Demasiado frustrante.
De modo que cuando amenacé con crear un blog lo hice en serio y... ¡Aquí está!
Tampoco es que vaya a ser esto la pera. Ni siquiera prometo ser interesante. Pero desde luego, cuando tenga algo que decir, lo diré aquí y espero que lo veáis y participéis.


Como "desvirgamiento" creo que ya vale. En la próxima entrada (si me acuerdo) explicaré por qué se llama así y lo del autobús. Lo de la foto del perfil no tiene explicación.
Termino con frase lapidaria:
"Es mejor mantener la boca cerrada y parecer un ignorante, que abrirla y despejar cualquier duda" - Groucho Marx - 
O no.