viernes, 13 de enero de 2012

Homenajes

Tiempo atrás (debe hacer unos tres años) buscando información en un canal especializado de Microsoft, entre los artículos sobre roles, programación SQL, virtualización de servidores con (y sin) Hyper-V y otras frikadas informáticas, apareció un artículo con el poco informático pero muy llamativo título de: "Dios no existe(no lo busques en Technet, porque ya no está).
Lógicamente, cliqueé inmediatamente para ver qué tipo de programación nos había llevado a ese punto.
No es que esperase encontrarme un programa, aplicación o demostración empírica que demostrase esa afirmación. Tampoco la necesitaba: probablemente alguien lo introdujo en el directorio de ese foro "sin querer", cosa que me hizo automáticamente desinteresarme del todo por la tecnología Hyper-V, del Cloud Computing y del Exchange y de la madre que los parió a todos y pasarme un par de meses leyendo todos y cada uno de los mensajes que se dieron en ese foro y en los que le siguieron o antecedieron una y dos veces y otros de temática similar, como "Diálogo entre un escéptico y un creyente", "Una obra de ficción" y otras perlas como "Jesucristo no existió" en, al menos, tres partes separadas algunas de ellas por la afluencia de mensajes que obligaba a cerrar y reabrir los foros por falta de espacio y capacidad de proceso.
¿La conclusión? Pues que no importa el planteamiento. No importa la idea. Lo realmente increíble es la capacidad de crear polémica que puede tener una frase si toca el tema adecuado. Y ese tema es siempre el mismo: la superstición.
Basta decir eso de "dios no existe" para inmediatamente obtener cientos (miles) de opiniones, consejos, amenazas y decenas de párrafos en los que la fe ciega y la ignorancia abundan tanto como se echan de menos la ortografía y el razonamiento.
Ni siquiera es necesario dar un solo dato que demuestre su existencia: aparecerán cientos de salvadores exigiendo datos de su no existencia sin dar ninguno favorable para demostrar la sí existencia de su idea. ¿? Melosplique.
Es raro, pero es así: olvidamos que el que predica la existencia de algo o alguien invisible, improbable, que no interactúa en tiempo real ni directamente en absolutamente nada, que es representado por personajes disfrazados sea cual sea su visión del "ente" -léase creencia, religión o secta-, que habla a "iluminados" o "directamente al corazón" de los creyentes... ése es quien debe demostrar su existencia si quiere ser creído ante la gente normal.
Ahora que todo el mundo parece haber descubierto a Hitchens después de muerto, no voy a ser yo menos en mis citas (con la inestimable ayuda de Miclonmalvado y con su permiso -espero-, por supuesto):
hitchens
Y no vale eso de "Si dios no existe ¿Quién escribió la biblia?", que me da la risa y no puedo seguir...


Bueno, no pido que leáis todo este rollo ateo y provocador que propone mi admirado Junjan. Esto es solo para divulgarlo un poco más y hacer mi pequeño homenaje a alguien que sigue peleando por el pensamiento independiente (vale que es un poco extremista y, a veces, pesado en algunas cosas pero todos los somos -yo el primero-) desde su postura borde, pero firme y convencida de que el mundo debe librarse de lastres fariseos, supersticiosos y primitivos y ser de una puñetera vez honestos y claros en nuestra común condición humana. Condición que no está definida por la magia ni la superstición. No somos ya una especie primitiva y recién desligada de los primates que cree que los truenos son la voz de los dioses porque no alcanzan a investigar su origen.
Este es mi homenaje personal a Junjan y a  Cupido (Mi clon malvado). Uno es claro y contundente, el otro  es claro y amable, pero ambos tratan a su manera y con más talento e inteligencia que el "abandonao" de dejar atrás las tonterías y vivir como personas libres.
Realmente no espero que alguien nos lea (qué atrevido por mi parte) y cambie el chip... pero si queda alguien por ahí, me gustaría.


No hay comentarios:

Publicar un comentario